Itinerario para visitar el lago de Lugano

a cargo del Alojamiento "La Residenza" de Lugano - Tesino - Suiza

 

Dónde dormir, dónde alojarse en Lugano

Antes de empezar nuestro itinerario para visitar el lago de Lugano, le damos una información útil para en caso de que necesite alojarse durante un cierto periodo en Lugano en un estudio amueblado y dotado de todas las comodidades. El Alojamiento "La Residenza" podría interesarle. Pinche en la imagen siguiente para ir a la página inicial del alojamiento.

 

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La vuelta del lago de Lugano

Aunque la naturaleza casi siempre áspera y montuosa de las orillas del lago de Lugano no nos permite recorrerlo completamente en automóvil, no nos impide visitar algunos de los pequeños pueblos encantados que lo rodean.

    

Tendremos que desplazarnos, a veces, de una orilla a otra del lago con el barco. Empezamos nuestro itinerario saliendo de Gandria (Lugano) y desplazándonos a la orilla opuesta, con un cómodo barco, llegamos a Cantine di Gandria, donde encontramos el Museo de las Aduanas. El Museo de las Aduanas suizas se encuentra en un viejo edificio nacido como estación aduanera entre Italia y Suiza en 1904 y convertido en museo en 1935. Este museo acoge diversas reliquias de la historia de la aduana y del contrabando, incluido un arsenal de armas secuestradas a partisanos o fugitivos que intentaban pasar la frontera de forma clandestina.

      

Museo delle dogane

 

Pasear por los callejones y las escalinatas de esta población es muy agradable; se pueden descubrir deliciosos rincones, pequeños jardines escalonados, minúsculas tiendas, pequeños restaurantes típicos y viejas murallas soleadas. Mirando entre una casa y otra se divisa el lago, tranquilo y seguro.

    

Luego podemos coger el sendero del lago que, saliendo de Cantine di Gandria, llega a Caprino. El sendero del lago es un itinerario muy sugestivo y nos ofrece un rincón de tranquilidad entre el lago y la montaña. En Caprino podrán degustarse los platos ofrecidos a lo largo del trayecto que costea el lago.

 

Una vez terminada la visita de esta parte oriental del lago, volveremos a Lugano con el barco y llegaremos hasta el panorámico Monte San Salvatore y la Collina d'Oro. En la cima de la Collina d'Oro se alza Montagnola. Hermann Hesse transcurrió 43 años de su vida en estos lugares. Durante 12 años, Hesse vivió en Camuzzi, sede hoy del Museo Hermann Hesse. Hesse escribió aquí Siddharta.

    

Desde aquí, si les gusta el juego de azar, podrán volver a coger el barco y llegar a Campione d'Italia, un municipio italiano en territorio suizo. Aquí se encuentra el famoso Casino de Campione.

   

Desde Gandria podrán dirigirse hacia Valsolda, un pequeño valle situado entre el lago y las montañas, entre la frontera suiza y el municipio de Porlezza. Su mayor localidad es San Mamete, un pueblecito de aspecto medieval a orillas del lago. El pueblo está dominado por la iglesia parroquial de los santos Mamete y Agapito y por el antiguo Pretorio, que durante siglos fue la sede del Magnífico Soberano Consejo del Valle. La localidad más sugestiva es, sin embargo, Castello, un antiguo burgo medieval fortificado que domina el valle desde lo alto (450 m) de un espolón de roca. El castillo del que ha tomado su nombre fue destruido en el siglo XVI, pero han quedado los estrechos callejones de los que se alza el palacete del tío Maironi, como es descrito en Piccolo mondo antico por Antonio Fogazzaro.

     

Melide y el Swissminiatur

Melide y el Swissminiatur

 

Unos 5 km al sur de Lugano encontramos Melide. El pueblo es famoso por el Swissminiatur, una maqueta de toda Suiza en miniatura. El Swissminiatur se extiende sobre una superficie de 11.000 m², a orillas del lago y da a los visitantes una idea de lo que hay que ver en Suiza. Encontramos aquí las bellezas naturalísticas, las ciudades artísticas, las catedrales, los castillos, los ferrocarriles, los barcos y los teleféricos. La atención a los pequeños detalles es extraordinaria, e incluso maníaca. El Swissminiatur está abierto desde mediados de marzo hasta primeros de noviembre.

     

Los funiculares de Lugano

En Lugano se divisan siempre muy bien dos montañas: el Monte San Salvatore y el Monte Brè. A finales del siglo XIX se construyeron dos funiculares que, desde Lugano, llevan a las cimas de estas montañas. Desde entonces viajan cada día sin parar para transportar a turistas y excursionistas.

  

Funicular del Mounte Brè

Funicular del Mounte Brè

 

El funicular del Monte Brè sube hasta 925 metros, permitiendo así alcanzar fácilmente uno de los puntos más panorámicos del lago de Lugano. En este funicular también puede cargarse la bicicleta de montaña. Desde aquí puede salirse para muchas excursiones, por ejemplo la vuelta del Monte Boglia y del Alpe Bolla, y, si se atreven, para dar una larga caminata. Si no les gusta caminar mucho, podrán limitarse a visitar el característico burgo de Brè. No hay que perderse absolutamente la visita de la terraza Belvedere, desde donde se disfruta de una vista espectacular de Lugano y de su lago. Al pueblo de Brè puede llegarse con una caminata en pendiente hacia abajo de sólo 10 minutos. Este pueblo merece ser visto: sus calles de cantos rodados, sus pórticos y sus patios inducen a pasear. Recientemente, las calles de Brè han sido enriquecidas con obras de varios escultores modernos. Llegados a las inmediaciones de una pequeña plaza con una fuente, podremos meternos por el sendero que sube hacia el Monte Boglia. El sendero, adoquinado en ciertos puntos, se adentra en un bosque de cuento, un bosque de hayas seculares que en ciertos periodos del año, sobre todo en otoño, nos encanta con sus espectaculares colores.

 

El Alojamiento se encuentra a sólo 100 m de la estación del funicular del Monte Brè.

          

Funicular del Monte San Salvatore

Funicular del Monte San Salvatore

 

El Monte San Salvatore se encuentra frente al Monte Brè, al sur de Lugano. El funicular del Monte San Salvatore (912 metros) funciona en verano hasta la noche para permitir que los turistas puedan admirar el estupendo panorama del lago de Lugano también al anochecer. También aquí encontramos una terraza panorámica, en la que se puede cenar. En las inmediaciones de la estación del funicular encontramos bar, restaurante y una zona equipada para picnic.

 

Aquí podrá admirarse también la gran maqueta del Cantón del Tesino, una exposición de minerales y fósiles y una exposición de restos históricos del siglo XVII.

 

La iglesia que encontramos sobre el Monte San Salvatore fue construida en 1705; anteriormente hubo una capilla del siglo XIII. No se detengan allí por la noche tarde, pues hay quien dice que alrededor de la zona de la ex-capilla merodea un fantasma, o tal vez más de uno.

       

Navegación en el lago de Lugano - Los minicruceros

Uno de los atractivos que no pueden perderse quienes residen en Lugano o los turistas que se alojan en esta ciudad, es la posibilidad de disfrutar de estupendos cruceros y excursiones en el Lago de Lugano con modernísimas y elegantes motonaves.

    

La Sociedad de Navegación del Lago potencia cada año su flota y sus servicios para ofrecer una gama de propuestas verdaderamente amplia y capaz de satisfacer múltiples exigencias. Así pues, se pasa de los cruceros matutinos a los que incluyen el almuerzo, de los dedicados a una meta especial a los nocturnos, alegrados con fiestas danzantes que incluyen una riquísima cena en el elegante restaurante de a bordo.

   

Son numerosas las veladas con música en vivo, jazz, tango o bailes caribeños, fiestas enogastronómicas, veladas a tema y espectáculos pirotécnicos. Un crucero por el Lago de Lugano permitirá descubrir paisajes y vistas panorámicas verdaderamente extraordinarios y pasar un día diferente, divertido e interesante. También puede ser muy agradable la elección de una excursión, que permite combinar la navegación del Lago con la visita de una belleza particular del territorio.

     

De Mandria al Monte San Salvatore, o del Parco Scheler al Swissminiatur, no hay atractivo de la zona que no se pueda combinar con una preciosa excursión por el Lago. También son fascinantes las excursiones que combinan la navegación del Lago con la visita de uno de los varios museos de la zona. Y para quienes desean un servicio verdaderamente exclusivo, la Sociedad de Navegación pone a disposición barcos especiales equipados para la organización de eventos y fiestas privadas.